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ESTADOS UNIDOS. – En plena lucha por el título de la División Oeste de la Liga Americana, cada partido para los Seattle Mariners se convierte en una batalla crucial, y la victoria de 4-3 en 11 entradas frente a los Chicago White Sox este jueves no fue la excepción. Más que un triunfo, fue una declaración de intenciones en una campaña donde el banderín está lejos de definirse, pero en la que los Astros no dan tregua.

En un juego de intensidad palpable, donde cada episodio tuvo un peso decisivo, Randy Arozarena volvió a demostrar por qué es uno de los pilares del equipo. Con la sobriedad y determinación que lo caracterizan, el jardinero cubano abrió el marcador en la tercera entrada con un cuadrangular de dos carreras. Su batazo no solo significó la ventaja temprana, sino también

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