El actual Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, reavivó el debate sobre la política de seguridad fronteriza al proponer que los cárteles mexicanos sean oficialmente clasificados como organizaciones terroristas extranjeras. La declaración, realizada el 8 de agosto, plantea un endurecimiento sin precedentes en la forma en que el gobierno estadounidense enfrentaría a estas estructuras criminales.
Rubio afirmó que dichas organizaciones no solo se dedican al tráfico de drogas, sino que también operan con tácticas que, en su opinión, generan el mismo nivel de terror que grupos extremistas en otras partes del mundo. Además, subrayó que han extendido su influencia mediante actividades como contrabando de armas, trata de personas y colaboración con redes criminales internacionales.