Gijón bulle. Lo hace desde hace varias semanas, gracias al buen tiempo de finales de julio y principios de agosto, una fórmula que se suma a la programación festiva que sirve como principal reclamo. Dicho de otra forma, desde e l Festival Internacional Aéreo en la bahía de San Lorenzo, no cabe un alfiler en la ciudad. Y la previsión es que vaya en aumento. Se vio en el primer concierto de la playa de Poniente, a rebosar para escuchar a "Los Secretos" –no tanto en la plaza Mayor horas antes, con el pregón, lo que debería hacer reflexionar al Ayuntamiento–, como se ha visto estos días en las mesas del paseo Gastro, en el recinto ferial Luis Adaro, de San Lorenzo al Arbeyal, en las colas para sacar entradas en El Bibio. No está de más invitar al civismo en un momento en el que la ciudad

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