Wall Street y las bolsas mundiales se encogieron de hombros. Como si tras tantos giros fueran inmutables a los aranceles de Donald Trump. Los ignoraron en gran parte de la sesión, aunque suponen desmontar el sistema global de comercio.
El parqué abrió al alza en Nueva York, más impulsado por las exenciones –Nvidia, Apple y otras empresas que invierten en EE.UU.– a los gravámenes del 100% a chips y semiconductores prometidos por Trump, que preocupados ante la realidad de las tasas a las importaciones. Solo al final el Dow Jones retrocedió.
Los aranceles de castigo, belicosos o mal llamados recíprocos de Trump contra unos 90 países entraron en vigor al empezar este jueves (horario de la costa este de EE.UU).
La medida marca un punto cumbre en la escalada de la guerra comercial que ya ha e