Andrés Velasco Cabañaquinta 09 AGO 2025 5:58

Aunque parece que fue ayer, ha pasado ya un lustro desde que el coronavirus obligó a confinar en sus casas a la población. Ese término, el de "confinamiento" fue repetido hasta la saciedad durante meses. Ahora, en Aller, vuelve a escucharse, aunque en este caso aplicado al ganado. Unas 3.000 cabezas de ganado vacuno han quedado inmovilizadas en el monte Ajo, después de que uno de los animales que se habían subido a pastar a la zona durante el verano diera positivo en tuberculosis después de ser sacrificada.

LA NUEVA ESPAÑA ha tenido acceso a la comunicación enviada por la Consejería de Medio Rural a los afectados, en la que se explica lo sucedido. Según se apunta desde la Dirección General de Ganadería, una de las reses de una explotación

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