Berlín, 9 ago (EFE).- La decisión del canciller Friedrich Merz de suspender parcialmente las exportaciones de material militar a Tel Aviv, ha roto un tabú político en Alemania y ha sido recibida con alivio por quienes desean más presión ante la situación en Gaza, pero rechazada tajantemente por los que creen que por su responsabilidad histórica Berlín debe lealtad absoluta a Israel.
El Partido Socialdemócrata (SPD), socio de Gobierno de Merz, así como Los Verdes y La Izquierda, han saludado discretamente un paso que consideraban urgentemente necesario, aunque muy delicado debido a la doctrina de la “razón de Estado”, que considera la seguridad de Israel una de las máximas prioridades en política exterior.
Así, el SPD y los Verdes ya habían congelado informalmente las exportaciones de arm