En la era digital, los influencers y youtubers en México se han vuelto figuras centrales en la formación de opiniones, comportamientos y decisiones de consumo, especialmente entre las generaciones más jóvenes. Sin embargo, su creciente influencia conlleva una responsabilidad que en muchos casos ha sido ignorada, generando consecuencias que van más allá del ámbito virtual.
Dejando de lado el entretenimiento, los influencers ocupan un lugar especial en la construcción de proyectos y aspiraciones de sus seguidores. Su estilo de vida, opiniones, compras y forma de vestir son replicadas por miles de personas.
La falta de regulación en cuanto a los contenidos permite que muchos influencers promocionen productos sin transparencia, ya sean suplementos “milagrosos” o incluso inversiones de alto r