Por LILIT MKHITARYAN
EREVÁN, Armenia (AP) — Residentes y políticos de Armenia y Azerbaiyán respondieron el sábado con una cautelosa esperanza —y escepticismo en algunos casos— después de que sus líderes firmaran en la Casa Blanca un acuerdo mediado por Estados Unidos, destinado a poner fin a décadas de hostilidades.
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, y el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, firmaron el acuerdo el viernes en presencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien se situó entre los líderes mientras se daban la mano, un gesto que Trump reforzó al unir sus manos.
Aunque el acuerdo no constituye un tratado de paz formal, representa un importante paso diplomático hacia la normalización de las relaciones. Técnicamente, ambos países siguen en guerra, y