Una de las pocas cosas en las que parece haber un consenso generalizado este verano y tras las recientes negociaciones comerciales entre la Unión Europea y Estados Unidos en materia arancelaria, es la necesidad de tener una UE fuerte y competitiva para hacer frente a los retos geopolíticos y a un mundo muy polarizado. En este contexto, España no puede perder la oportunidad de posicionarse como un país referente dentro y fuera de la UE como puente a Hispanoamérica y a África del norte. La frágil mayoría parlamentaria del Gobierno de Coalición sumada a la falta de regulación que genere certidumbre es un factor de riesgo para nuestra economía.

España es la cuarta potencia económica por detrás de Alemania, Francia e Italia. La economía española crece gracias a las reformas económicas que se h

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