«Harry», con 25 abriles cumplidos, entró en la celda número cuatro del departamento dos de la cárcel de El Dueso. Era un juez instructor imberbe que acababa de hacerse cargo de uno de los casos más sonados de finales de los 80: el «suicidio» de Rafi Escobedo , que por aquel entonces había cumplido un lustro del más de medio siglo al que fue condenado por los asesinatos de sus suegros, los marqueses de Urquijo.
Me ha venido a la memoria porque hace unos días se cumplieron 45 años ya de aquel suceso de la crónica más negra de España. Pero, ¿quién era ese tal «Harry»? Pues nuestro ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, a quien pusieron ese mote los policías por sus similitudes con el peculiar personaje de la mítica serie norteamericana «Juzgado de guardia».
Fue él quien sobrese