La polémica con tintes xenófobos y racista del Gobierno municipal de Jumilla (Murcia), del PP, que ha provocado la aprobación de una norma para vetar celebraciones musulmanas en sus instalaciones deportiva, para contentar a la ultraderecha, a cambio del voto a los presupuestos, guarda, con algunas diferencias, relación con hechos vividos en Granada, en los que los sectores más reaccionarios, espoleados por las derechas, contestaron con ira a iniciativas de concordia promovidos por la comunidad musulmana.

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Cartel de la convocatoria. IndeGranada.

Gobernaban en minoría los socialistas, con Paco Cuenca, con alcalde, con Jemi Sánchez, como concejal de Derechos Sociales, y María de Leyva, de Cultura, que autorizaron y apoyaron un acto de la comunidad musulmana, convocado

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