Marea tras marea, Galicia esculpe su litoral como si de una obra de arte inacabada se tratase. A lo largo de sus casi 1.500 kilómetros de costa, el océano talla playas imposibles, acantilados que desafían al viento y rías que se insinúan en la tierra como dedos de agua.
Hay arenales salvajes, playas urbanas, calas escondidas y espacios en los que el tiempo parece detenerse. Xilloi, en el municipio de O Vicedo (Lugo), pertenece a esta última categoría : un rincón que parece más propio del Caribe que del Cantábrico.
Enclavada en la Mariña Lucense, entre el verde oscuro de sus montes y el azul intenso de su mar , la Playa de Xilloi se extiende a lo largo de medio kilómetro de arena fina y dorada, rodeada de un entorno que sorprende por su conservación.
Sus aguas cristalinas, que oscila