Era un día cualquiera en clase de matemáticas avanzada cuando Hannah Cairo, una estudiante de secundaria de 17 años , se topó con un reto que parecía, a simple vista, un ejercicio opcional más. No imaginaba que, meses después, acabaría presentando en un congreso internacional un trabajo que obligaría a reescribir parte de la teoría en un campo tan sofisticado como el análisis armónico. Su hallazgo ha puesto fin a la conjetura de Mizohata-Takeuchi, aceptada como cierta durante casi medio siglo .

Hannah no es una alumna cualquiera. Nacida en Nassau (Bahamas) y residente en Estados Unidos, comenzó a cursar asignaturas universitarias en paralelo al instituto. Fue en uno de esos cursos, impartido por el profesor Ruixiang Zhang, donde se topó con la conjetura. “Era un problema interesante,

See Full Page