En menos de 24 horas, las defensas rusas aseguraron haber derribado más de 200 drones ucranianos.

El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) informó ayer sábado que drones de largo alcance atacaron un depósito de drones kamikaze modelo Shahed en Tatarstán, a unos 1.300 kilómetros de la frontera. El objetivo, ubicado en Kzil-Yul, almacenaba drones listos para ser usados y componentes extranjeros. La explosión generó un incendio en el lugar.

El SBU aseguró que estos ataques forman parte de la “desmilitarización sistemática” de instalaciones rusas más allá de las líneas enemigas, y buscan reducir la capacidad ofensiva de Moscú. El depósito se encuentra a unos 30 km de un importante centro de ensamblaje de Shaheds en Yelabuga.

El Ministerio de Defensa ruso afirmó haber interceptado tres dron

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