GREGORIO LEÓN

Veintiocho días después de ceder el trono a Jannik Sinner en el verde sagrado del All Englad Club, regresa Carlos Alcaraz . Esta vez no le espera la hierba, que ya ha hecho suya, sino la pista rápida, donde encuentra más dificultades. Así lo dicen sus resultados. Y Cincinnati no le trae buenos recuerdos. El año pasado se cayó en la primera cita, ante Gaël Monfils. Fue el partido que dejó una imagen insólita: Carlitos destrozando su raqueta, atizándole con ella a la pista. Pero eso ya quedó atrás. Y el tenista murciano quiere llegar en la mejor forma posible al US Open, peleando por la victoria en este Masters 1.000. Hay muchas ganas de verlo. Ayer sábado las gradas de la pista auxiliar de entrenamiento estaban repletas de espectadores, viéndolo entrenar.

Al otro lado de

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