El trabajador, que recibía su sueldo en sobres con dinero en efectivo en el sótano del local sin ningún tipo de justificante, ha documentado durante meses las irregularidades junto a sus compañeros. "Nos decían claramente: si quieres comer, aceptas estas condiciones" , relata Muñoz, quien reunió pruebas a través de un grupo de WhatsApp donde compartían fotos de horarios, mensajes y documentos que demostraban la explotación sistemática.

Un patrón generalizado en hostelería

La denuncia presentada ante la Inspección de Trabajo revela un esquema de contratación fraudulenta aplicado a la mayoría de los empleados del establecimiento. Los trabajadores, con contratos parciales, realizaban jornadas completas sin que las horas extras aparecieran en sus nóminas ni cotizaciones, quedando así

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