Nagasaki conmemoró el 80° aniversario del bombardeo atómico perpetrado por Estados Unidos en 1945, con un solemne acto en el Parque de la Paz, donde se llamó al mundo a evitar que esta ciudad sea la última en la historia en sufrir un ataque nuclear.
El alcalde Shiro Suzuki, descendiente de sobrevivientes, advirtió sobre un “riesgo inminente” para la humanidad en un mundo atrapado en un “círculo vicioso de confrontación y fragmentación”. En su Declaración por la Paz, urgió a los líderes mundiales a comprometerse con un plan concreto para la abolición de las armas nucleares.
El acto contó con la presencia de autoridades, diplomáticos de 94 países y “hibakusha”, como se conoce a los sobrevivientes de la bomba. Uno de ellos, Hiroshi Nishioka, relató su experiencia con estremecedor detalle: “