A este tiempo y en toda la guerra de independencia existieron dos sistemas políticos, uno monárquico y otro republicano con su distribución de poderes. El republicano partió del principio clásico de los poderes basados en la Ilustración y el espíritu de las leyes de Montesquieu. Es decir, la Presidencia (ejecutivo), Congreso y Corte Suprema de Justicia; la jerarquía de la Iglesia no fue trastocada, el máximo representante, el arzobispo; días difíciles para Narciso Coll y Prat que se encargó de la Iglesia de Venezuela desde 1807 a 1822.
El propio, Alí Medina Machado, en el texto ya citado dice; “es la ciudad de la Guerra a Muerte. Pero también el Tratado del Armisticio y Regularización de la Guerra, es decir de la Paz, en su suelo se dieron dos abrazos históricos. El de Bolívar y Morillo