“Pueblo Viejo de Belchite, ya no te rondan zagales, ya no se oirán las jotas que cantaban nuestros padres”.

Natalio Baquero nació en Belchite cuando la artillería arrasaba este pueblo aragonés en plena guerra civil española. Su madre tuvo que refugiarse para dar a luz en una cueva, la del tío Joaquín, porque su casa había sido destruida por las bombas.

Años después, un día que Natalio descansaba a la sombra de las ruinas de la iglesia de San Martín de Tours, después de recoger albahaca y otras hierbas para ponérselas al santo, el joven se vio invadido por la nostalgia de una época que nunca llegó a conocer y de un pueblo que la guerra le arrebató apenas nacer.

Allí mismo, con un trozo de yeso y electrizado por la inspiración, escribió en las puertas de lo que quedaba del templo la famos

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