CNN —
En una llamada de Zoom organizada apresuradamente el sábado, unos 800 empleados conmocionados de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) intentaron comprender el trauma que sufrieron apenas un día antes, cuando un atacante abrió fuego contra los edificios de la agencia desde el otro lado de la calle.
Se preparaban para el fin de semana cuando más de 40 balas destrozaron las ventanas de sus oficinas, zumbando justo por encima de las paredes de sus cubículos y llenando de miedo a los trabajaban en al menos cuatro edificios.
El violento episodio del viernes es el más reciente e inquietante capítulo de lo que ha sido un período turbulento para los CDC. Si bien las autoridades no han anunciado un motivo para el tiroteo, fu