El Gobierno de Berna intenta rebajar el arancel del 39% con una nueva oferta, mientras las empresas se preparan para lidiar con el golpe
Suiza aún no se ha recuperado del mazazo arancelario que le ha asestado Donald Trump. Después de que el presidente de Estados Unidos amenazara en abril al pequeño y rico país alpino con un gravamen del 31% a sus exportaciones, los negociadores de Berna pactaron con la Administración norteamericana a inicios de julio un principio de acuerdo para dejarlo en torno al 10% -según medios locales-. Pero tras casi un mes de silencio, Suiza se estrelló finalmente contra el muro de Trump, que no aceptó el trato. La conversación con el republicano de la presidenta suiza y responsable de Finanzas, Karin Keller-Sutter, al filo del anuncio de los nuevos aranceles, a