Tras dos años sin presentar presupuestos, Pedro Sánchez ha asegurado recientemente, antes de irse de vacaciones, que sí lo hará de cara a 2026. El presidente del Gobierno español avanzó la semana pasada que negociará con todos los grupos para sacar adelante esas cuentas, pero no lo va a tener fácil porque se mueve en el alambre de las minorías, con sus socios y aliados en el Congreso cada vez más resueltos a no secundarle. Sánchez afronta el próximo curso político con el desafío de presentar y aprobar unos Presupuestos Generales del Estado sin garantías de apoyo. Tras varias prórrogas presupuestarias, ha lanzado la promesa de nuevas cuentas públicas como símbolo de estabilidad , pero lo ha hecho sin tener asegurada la aritmética parlamentaria y, sobre todo, sin poder asumir las condici

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