Por: MARIANO CASAS •
La educación es mucho más que aulas y pizarrones: es la palanca más poderosa para generar bienestar y desarrollo. Los países que han logrado romper ciclos de pobreza han invertido de manera sostenida en la formación de su gente, elevando no solo la cobertura escolar, sino la calidad de los aprendizajes y su pertinencia con el mundo real. A nivel global, donde se fortalecen habilidades como lectura, matemáticas y pensamiento crítico, se eleva la productividad, mejoran los ingresos y se consolida un tejido social más justo.
En México, la Nueva Escuela Mexicana impulsa un cambio de fondo: colocar a niñas, niños y jóvenes en el centro, fortaleciendo aprendizajes fundamentales, identidad cultural, habilidades socioemocionales y compromiso comunitario. No se trata únicam