Estas adaptaciones de baños , que suponen una inversión global de 293.000 euros –con un coste medio de 1.400 euros por vivienda–, forman parte del compromiso municipal por eliminar barreras arquitectónicas y adaptar progresivamente el parque de vivienda pública a las necesidades reales de sus residentes.
Una medida que prioriza a las personas
La instalación de platos de ducha en lugar de bañeras responde a una necesidad funcional, pero también social. Para muchas personas, el acceso a una ducha adaptada es la diferencia entre poder desenvolverse de forma independiente o depender de ayuda externa para la higiene diaria.
El delegado de Políticas de Vivienda y presidente de EMVS Madrid, Álvaro González , subraya que “facilitar el día a día de nuestros inquilinos no es solo una cue