La puesta al día general del Audi A3 Sportback, de la que te hablamos hace poco más de un año, sirvió como anticipo de las dos grandes novedades que han llegado con posterioridad a la gama: por un lado, un A3 Allstreet de vocación campera; por otro, unas versiones híbridas enchufables (TFSIe en la nomenclatura de la marca) sometidas a una profunda actualización tecnológica.

Las mejoras más relevantes tienen que ver con la posibilidad -inédita hasta ahora- de recargar en corriente continua, a un máximo de 40 kW con picos de 50 kW, y con el aumento de la capacidad de la batería, de 25,7 kWh (19,7 útiles), gracias a la cual la autonomía eléctrica del coche alcanza hasta 141 kilómetros en ciclo WLTP, más del doble que la generación anterior del modelo.

Audi ha desarrollado dos variantes enchufables del A3 Sportback. La primera, 40 TFSIe, dispone de 204 caballos y los referidos 141 km de alcance, en acabado Advanced; la segunda, 45 TFSIe, escala a 272 CV y ve mermada ligeramente su autonomía en modo cero emisiones, hasta 127 km. En su caso, se halla asociada a una terminación Black Competition que habla a las claras de su carácter más deportivo.

Hemos conducido recientemente esta última versión del modelo alemán, que en el momento de la recogida mostraba en el panel de instrumentos 111 km de alcance eléctrico. Con estos guarismos a nuestra disposición, queda claro que la mayor parte de los desplazamientos diarios pueden realizarse sin que funcione el motor de combustión, un 1.5 de cuatro cilindros y 177 CV.

Como la mayoría de los híbridos enchufables, este está programado para iniciar la marcha con el motor eléctrico, de 85 kW o 116 CV, y hacer uso de él mientras quede carga en la batería, y cuando se agota suele quedar un cierto remanente de energía que permite al coche moverse al modo de un híbrido convencional.

El conductor puede escoger entre la impulsión eléctrica pura y otra mixta (Auto Hybrid) que combina sus dos motores, una opción que hace posible mantener durante más tiempo la carga de la batería al precio de utilizar la parte térmica del sistema de impulsión y, por lo tanto, gastar combustible, aunque sea moderadamente.

A este respecto, un defecto que hemos detectado en el A3 Sportback 45 TFSIe, o al menos en la unidad que ha pasado por nuestras manos, es que, aunque se haya elegido el modo híbrido, la centralita del vehículo decide por su cuenta en ocasiones pasar a modo eléctrico, en función de parámetros que desconocemos. Entendemos que se trata de una decisión consciente por parte de los ingenieros, para primar la faceta eléctrica del modelo, pero priva al usuario, a poco que se descuide, de la posibilidad de destinar parte de la energía disponible a desplazarse en eléctrico al llegar al centro de una ciudad o a un garaje subterráneo, por ejemplo. Para asegurarnos de esto último, no hay otro remedio que seleccionar la función que mantiene constante el nivel de carga de la batería.

Vista lateral y trasera del híbrido enchufable más potente de la gama A3.

Dicho esto, conviene ponderar que la autonomía total del coche, sumando a los 100 km largos de alcance eléctrico los que proporciona el depósito de gasolina de 40 litros, bordea los 800 km, un valor que emparenta a este enchufable con los diésel de antaño en lo relativo a la capacidad no de conducir durante horas sin descanso, sino de poder no repostar durante un intervalo de tiempo extenso.

Por lo que respecta al uso diario que posibilita un vehículo enchufable -conducir sin consumo, emisiones ni ruido, además de moverse sin restricciones por el centro de las ciudades gracias a la etiqueta 0 emisiones-, nunca nos cansaremos de repetir que solo es posible si uno se toma la molestia de recargar la batería siempre que sea necesario. No son pocos los operarios de taller que dicen haber visto el cable de carga de más de un coche de este tipo en su envoltorio original -sin abrir, vaya- cuando han transcurrido un año o dos desde la compra…

Hablando de recargas, el paso del 10 al 80% de la capacidad de la batería lleva 26 minutos recurriendo a la corriente continua de hasta 40 kW que Audi ofrece por primera vez en este modelo. En alterna, la potencia máxima admitida es de 11 kW, con la que la recarga completa se alarga por espacio de 2,5 horas; en una toma de 2,3 kW, la operación precisa 12 horas.

Toma de carga del modelo enchufable de Audi.

Mejorar lo bueno

Además de afinar lo que ya era bueno, Audi ha otorgado al A3 Sportback un aspecto netamente deportivo en el que destacan los faros más estilizados y unos perfiles cóncavos más acusados a lo largo de la carrocería. En el interior se detectan nuevos selectores de cambio, salidas de aire, consola, inserciones de microfibra y paneles de puertas, ahora iluminados y configurables. El cuadro de instrumentos puede ser de 10,25 o 12,3 pulgadas, según versiones, y la pantalla central tiene ahora 10,1“.

El TFSIe más potente añade llantas de 18 pulgadas, línea exterior S line, que incluye una parrilla del radiador específica y un spoiler en el borde del techo. El paquete estético negro plus resalta el Audi Singleframe, los embellecedores de las ventanillas laterales y los paragolpes, en tanto que las carcasas de los retrovisores exteriores también brillan en color negro y los aros son de color gris antracita.

El vistoso exterior se completa con pinzas de freno acabadas en color rojo y cristales traseros oscurecidos de serie. En el interior, los asientos deportivos lucen tapicería en color negro, y las aplicaciones con acabado de aluminio y los umbrales de las puertas adornadas con inserciones de aluminio reflejan el carácter deportivo de esta versión específica.

Puesto de conducción y salpicadero de la versión 45 TFSIe.

Los nuevos híbridos enchufables del Audi A3 parten de 46.270 euros si el elegido es el modelo de 204 CV en versión Advanced. El modelo de 272 CV, en variante deportiva Competition con paquete Black, sale por 51.570.

Ambos han recibido una puesta a punto ad hoc de la suspensión para soportar, entre otras cosas, el peso de la batería y para adquirir un ajuste deportivo que pretende conjugar confort de marcha con dinamismo a partes iguales. La dirección electromecánica funciona perfectamente a nuestro parecer, pero Audi ofrece como opción una de tipo progresivo -modifica la desmultiplicación en función del ángulo de giro del volante- para quienes busquen una mayor agilidad.

En cuanto a la potencia, hay de sobra en las dos variantes, pero lógicamente la de 204 CV tiene un 0-100 km/h un poco más lento: 7,4 frente a 6,3 segundos. Ambas disponen de un modo boost que libera un extra de empuje cuando pisamos a fondo el acelerador: el 40 TFSIe obtiene así 40 kW durante 15 segundos, o incluso 18 en condiciones óptimas; el 45 TFSIe alcanza los 70 kW durante un máximo de ocho segundos.