Hace unos años, en un terreno ubicado entre Douarnenez y Poullan-sur-MerUnas, en Finisterre (Francia), una promotora inmobiliaria inició un proyecto en un antiguo centro vacacional que intentó transformar en una residencia turística de 4 estrellas, pero fracasó, así que ese lugar quedó como estaba, empeorando su situación hasta que el propietario de Les Roses Blanches, como se llamaba el centro, tuvo que cerrar por no poder mantener las instalaciones, según explican en Midi Libre . Aunque esto no es todo el jaleo que hay allí montado.

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