El incendio de Maceda (Ourense), iniciado en la noche del sábado, sigue avanzando y quema más de 400 hectáreas, según las estimaciones provisionales de la Consellería de Medio Rural, que ve “clara intencionalidad” en él. El fuego supuso durante la madrugada del sábado al domingo un peligro para viviendas cercanas, que, aunque ya no existe, obligó a los vecinos a evacuar sus casas durante varias horas. La Xunta considera que este fuego está estabilizado, pero no controlado.

Además, siguen avanzando sin control, también en la provincia de Ourense, el de la parroquia de Mormentelos, en Vilariño de Conso, que ha arrasado ya unas 120 hectáreas, y el de la parroquia de Requeixo, en Chandrexa de Queixa, que ya ha afectado a unas 1.000 hectáreas y es el más grande de los que ha sufrido Galicia este verano. Las llamas afectan a la zona desde poco antes de las 16.00 del viernes pasado.

La alcaldesa de Maceda, Uxía Oviedo, en conversación con Europa Press, cuenta que, unos minutos después de declararse el incendio a las 23.19 horas, se dio aviso al 112 y efectivos municipales del Grupo de Emergencias Supramunicipales (GES) acudieron inmediatamente al lugar en el que se había originado el fuego, en el monte de Santa Baia de Castro de Escuadro.

En ese primer momento, el núcleo de la aldea de A Teixeira “corría peligro”, por lo que se procedió a desalojar a los vecinos, que, antes de la llegada de los efectivos, decidieron por su propia cuenta abandonar sus viviendas. “En realidad, salieron por su propio pie, pero no podían volver a sus casas”, explica la regidora.

Este fue el caso de Manuel Fernandes Bahía, que, junto a su mujer, fue desalojado durante la noche. Este es un matrimonio de ganaderos, con una explotación de alrededor de 10 vacas. “Tuvimos que marcharnos del pueblo al de abajo para estar a salvo. Estuvimos allí hasta la mañana”, cuenta a Europa Press.

Por este motivo, como medida preventiva por la proximidad a las viviendas se activó la Situación 2, que en la mañana del domingo se ha desactivado. Así, un equipo del GES de Maceda se encargó de asegurar las casas y el ganado. Sobre las 04.00 horas, dice la alcaldesa, los vecinos pudieron regresar a sus hogares.

“Ya no hay peligro”, apunta Oviedo, pero las pérdidas son de un “valor incalculable”, tanto por el aprecio emocional hacia la sierra de Maceda, en la que avanza el fuego quemando un monte repleto de árboles --robles y sauces, entre ellos--, como por su necesariedad para agricultores y ganaderos que viven de ella.

El incendio se inició en entre cinco y seis puntos casi simultáneos, según traslada la Consellería do Medio Rural, que ve por este motivo una “clara intencionalidad” en él. “Por las horas y por como se inició, todo apunta a eso”, apunta la alcaldesa, que indica que aún queda una investigación y que el asunto “se esclarezca”.

En el caso de Chandrexa de Queixa, los servicios de emergencia intentan que no alcance el Parque Natural de la Serra do Invernadoiro, una zona montañosa en la parte sur del Macizo Central ourensano, que ardió en el verano de 2022. Otro fuego está activo en las inmediaciones. En la parroquia de Mormentelos, en Vilariño de Conso (Ourense), las llamas empezaron en torno a las 17.30 del domingo y han arrasado ya 120 hectáreas y siguen sin control.

En la provincia de A Coruña las llamas sí han afectado ya a un parque natural: en As Fragas do Eume han ardido desde el domingo a las 17.00 unas cinco hectáreas. En concreto, el fuego afecta a la zona del paque que está en la parroquia de Queixeiro, en el municipio de Monfero. La Xunta asegura que está estabilizado, pero no controlado.

Tampoco se ha logrado controlar todavía otro fuego forestal que ha quemado unas 20 hectáreas en el municipio pontevedrés de A Estrada, en la parroquia de Souto.