Durante más de un siglo, la ciencia ha pasado por alto una mitad de la historia de las ranas y sapos: sus hembras también cantan. Un estudio liderado por dos científicas colombianas y una brasileña identificó al menos 112 especies de anuros cuyas hembras vocalizan, desafiando una idea arraigada en la academia
En las facultades de Biología, cuando se estudia lo que conocen como ranas y sapos , saben que hay que fijarse en los sonidos. Los anuros, como le llaman científicamente a estos anfibios, se valen de su canto —el ‘croac’ que muchos alguna vez hemos escuchado— para defender su territorio, atraer a sus parejas y hasta para rechazar un encuentro sexual indeseado. Desde inicios del siglo XX, escucharlos ha sido clave para identificar nuevas especies, conocer su comportamiento y evaluar l