
Àlex Palou llegó a Portland con la primera oportunidad de proclamarse tetracampeón de la IndyCar , y no la desaprovechó. Partía desde la quinta posición en una carrera en la que su único rival por el título, el mexicano Pato O’Ward , salía desde la pole. El catalán, del equipo Chip Ganassi Racing , no tardó en situarse cuarto, mientras O’Ward controlaba la cabeza con neumáticos blandos. Sin embargo, en la vuelta 21 un fallo electrónico en el McLaren del mexicano lo obligó a hacer una larga parada en boxes que lo dejó con nueve vueltas perdidas y sin opciones matemáticas. Con el título ya en el bolsillo, Palou mantuvo la concentración y peleó por el podio hasta el final. Tras 110 vueltas, cruzó la meta en tercera posición, por detrás de Will Power, ganador de la prueba, y de Christian Lundgaard, en una carrera marcada por tres periodos de coche de seguridad en las primeras 15 vueltas.
Un año de dominio absoluto y entre las leyendas de la IndyCar
Números a parte, el 2025 de Palou ha sido un ejercicio de dominio como no se veía en décadas en la IndyCar. Comenzó la temporada con cinco victorias y un segundo puesto en las seis primeras carreras , y en mayo logró el triunfo más codiciado: las 500 Millas de Indianápolis , convirtiéndose en el primer español en ganarlas. A ese hito siguieron otras tres victorias, sumando ocho hasta la fecha. El título ha llegado con dos carreras aún por disputar y la posibilidad real de sumar otro hito más, el de igualar las diez victorias en un mismo año que logró AJ Foyt en 1964 , o de alcanzar las nueve de Mario Andretti en 1970 . Este dominio confirma que, a sus 28 años, el piloto de Sant Antoni de Vilamajor no solo está en la élite, sino que marca la pauta de la categoría.
C on este cuarto título, Àlex Palou iguala a tres nombres históricos del automovilismo : Mario Andretti, Dario Franchitti y Sébastien Bourdais , todos con cuatro campeonatos. Solo su compañero en Chip Ganassi, Scott Dixon, con seis, y el mítico AJ Foyt, con siete, tienen más. Además, Palou entra en el selecto grupo de pilotos capaces de encadenar tres coronas consecutivas, junto a Ted Horn, Bourdais y Franchitti. La consistencia de sus resultados en apenas cinco años de presencia en la IndyCar es excepcional: cuatro títulos en cinco temporadas, todos ellos con Ganassi, y un rendimiento que no ha bajado pese a las presiones externas y los desafíos contractuales que marcaron parte de su carrera reciente.
Un palmarés forjado desde el karting
Àlex Palou, nacido en 1997, dio sus primeras vueltas en un kart con solo seis años y ya en su debut se llevó el campeonato del circuito donde competía. A partir de ahí, su progresión fue fulgurante: se proclamó campeón en la categoría alevín, se adjudicó la Copa de Campeones de cadetes y, en 2014, dio el salto a los monoplazas con el equipo Campos Racing en la Eurofórmula Open , sumando once podios y una victoria en su primera campaña. Tras acumular experiencia en distintas competiciones internacionales, desembarcó en la IndyCar en 2020 con Dale Coyne Racing , logrando un podio en apenas su tercera participación. Un año más tarde fichó por Chip Ganassi Racing, ganó en Barber Motorsports Park y pasó a ser el segundo piloto español en triunfar en la categoría, siguiendo los pasos de Oriol Servià. Aquella temporada de 2021 terminó con su primer título de la IndyCar , punto de partida de una carrera que no ha dejado de sumar hitos.
El año de las 500 Millas
La victoria en Indianápolis el 25 de mayo de 2025 marcó un antes y un después en su carrera y en la historia del automovilismo español. Era el único gran objetivo que le faltaba por cumplir y lo consiguió con autoridad, sumando un hito que pocos pilotos en activo pueden exhibir. Para Palou, el triunfo en la Indy 500 tuvo un valor especial: “ Era mi gran sueño desde niño. Ganarla y, además, en un año así, es algo increíble ”, dijo tras la victoria. Ese triunfo lo situó definitivamente en el escaparate global y reforzó su imagen como uno de los pilotos más completos del panorama internacional.
En la prueba decisiva de IndyCar, O’Ward lideró las primeras vueltas mientras Palou escalaba posiciones y Lundgaard se acercaba peligrosamente desde atrás. La carrera se vio interrumpida hasta en tres ocasiones por el coche de seguridad, la última tras un fuerte accidente de Conor Daly en su duelo con Rasmussen. En la relanzada posterior a la primera parada en boxes, el McLaren de O’Ward acusó el fallo electrónico que lo condenó. Palou recibió la noticia por radio, pero no se relajó. Peleó con Lundgaard por la segunda plaza hasta el final, en un duelo intenso que terminó con el danés por delante. “ Di todo lo que tenía. Intenté adelantarlo, pero hoy no pudo ser ”, explicó después. El tercer puesto, sin embargo, selló un título que ya era suyo.
Celebración y agradecimientos
Nada más cruzar la meta, Palou lanzó un “ Let’s go boys! ” por radio , agradeciendo a todos los miembros de Chip Ganassi Racing, y al llegar al pit-lane levantó cuatro dedos hacia el cielo antes de abrazarse con su equipo. “Es increíble, es una locura. No podría estar más feliz. Ha sido una temporada increíble y unos cinco años maravillosos con Chip Ganassi Racing ”, declaró a Fox Sports. La celebración fue la de un equipo que ha dominado la categoría y que ha encontrado en Palou a su mejor baza para seguir sumando éxitos.
Con dos citas aún por disputar, Palou tiene margen para seguir agrandando su leyenda en este 2025 . Alcanzar las diez victorias en un año sería igualar un récord que lleva más de medio siglo imbatido, y con su ritmo, no parece descabellado. Más allá de las cifras, la sensación general en el paddock es que el catalán ha inaugurado una era en la IndyCar. Con un equipo sólido, confianza plena y un palmarés que ya lo sitúa entre los más grandes, el próximo objetivo será acercarse a los seis títulos de Dixon y, por qué no, a los siete de Foyt. Viendo su trayectoria, nadie se atreve a ponerle límites.