Napoleón Bonaparte reclutó unos 700.000 mercenarios prusianos, austriacos, italianos, polacos, holandeses, suizos y franceses para formar la Grande Armée , el mayor ejército que se había formado en Europa hasta entonces. El objetivo era invadir Rusia en 1812.
Las tropas francesas llegaron hasta Moscú prácticamente sin disparar un solo tiro. Pero en la capital rusa el signo de la guerra cambió. La política de tierra quemada había aislado a las fuerzas napoleónicas, que el 7 de septiembre tuvieron que enfrentarse en una sangrienta batalla al contingente ruso dirigido por el viejo general Mijaíl Kutúzov.
Moscú en llamas
Los invasores se llevaron la victoria, aunque en la ciudad no les esperaba un paseo triunfal. Había sido vaciada y destruida por sus propios habitantes, lo que obligó al