Me referí en mi columna del viernes pasado al “escándalo moral que aturde a Morena”. Hay un ejemplo de este aturdimiento en una declaración de su dirigente, Luisa María Alcalde.
Dice Alcalde que los dirigentes de Morena deben cuidar su imagen, ajustarla a los valores de austeridad y justa medianía que rigen la propuesta de moral pública de Morena.
El aturdimiento asoma a sus palabras cuando pide a sus compañeros dirigentes que, para cumplir con la imagen de austeridad que pide Morena, oculten sus ingresos; que no hagan gastos dispendiosos e inexplicables, aunque tengan el dinero para hacerlo.
Aquí sus palabras textuales, aturdidas, tal como fueron dichas.
Es importante que nosotros siempre reforcemos la idea de que nuestros dirigentes tienen, aunque se tengan los recursos de, este, pon