Hace 26 años, las autoridades estatales y municipales se dieron cuenta de que la zona metropolitana se encaminaba a sufrir problemas graves de movilidad y crearon el Sistema Integral de Tránsito Metropolitano (SINTRAM).

La intención era coordinar los semáforos en más de 400 intersecciones y reducir los tiempos de traslado, el uso de combustible y las emisiones de carbono, pero luego de una inversión millonaria y más de dos décadas, el fracaso del programa es evidente.

Dicen Los Infiltrados que sería bueno que el exgobernador panista Fernando Canales explicara por qué ese ambicioso programa que proyectó con siete alcaldes metropolitanos nunca pudo operar como debía.

Automovilistas señalan que al menos una docena de estaciones de servicio en San Nicolás y Santa Catarina se quedaron sin ga

See Full Page