El conjunto quilmeño tuvo el partido que necesitaba por la urgencia de sumar para alejarse de los últimos puestos, pero también desde lo emocional. Una vez más, Cecconato y Ortíz se hicieron cargo del primer equipo tras la salida de Cristian Grabinski y los jugadores les respondieron con entrega, sacrificio, llegadas claras y fundamentalmente con goles.

Los locales generaron distintas situaciones de gol en la primera etapa. Con un cabezazo de Demián Núñez que se fue cerca del poste derecho, con otro disparo de cabeza de Facundo Stable que se fue apenas desviado, con un remate de Franco Centurión que uno de los centrales rivales logró despejar en la línea, con un derechazo lejano de Joaquín Molina que se fue por encima del travesaño y con otro de Lucas Rebecchi que despejó el arquero Pedro

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