Entre fines de los '90 y principios del nuevo milenio, Lindsay Lohan se convirtió en la actriz preferida de millones de adolescentes, y parecía que nada podía arruinar su reinado. Con tan sólo 11 años, interpretó a Annie James y Hallie Parker en Juego de gemelas y se ganó el corazón del público, y de los productores, que no paraban de llamarla. En los años siguientes, por lo tanto, rodó un filme tras otro.
A inicios de los 2000, protagonizó éxitos como Herbie a toda marcha, Un viernes de locos y la icónica Chicas pesadas, película que se transformó en un verdadero fenómeno cultural. Pero en medio de toda la gloria, las presiones de la industria del entretenimiento le jugaron una mala pasada.
De a poco, Lindsay pasó de niña dorada de Disney a ser la figura más escandalosa de