El primer ministro, François Bayrou, defiende su impopular paquete de ahorro presupuestario para 2026 e insta a los sindicatos a negociar

El primer ministro de Francia, François Bayrou, tiene apenas tres semanas para tratar de desactivar lo que parece inevitable: una vuelta al cole con movilizaciones en la calle y la amenaza de censura a su Gobierno por los recortes que plantea sobre los presupuestos de 2026, que se presentarán en octubre. Se trata de un ajuste de 44.000 millones de euros que incluye medidas muy impopulares, como la de suprimir dos días festivos del calendario o prescindir de 3.000 empleos públicos. La oposición amenaza con votar una moción de censura si trata de sacar adelante la ley tal y como está planteada.

A pesar de la pausa estival, Bayrou lleva semanas haciendo

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