EFE.- Las vacaciones del vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance , en la apacible y pequeña localidad de Charlbury (al suroeste de Inglaterra) han alterado la vida de sus tres mil habitantes, ya que deben de convivir estos días con los exhaustivos controles de seguridad del servicio secreto estadounidense y la Policía británica.
Después de mantener un encuentro el pasado 8 de agosto con el ministro de Exteriores británico, David Lammy, en su casa de campo de Chevening House, al suroeste del país, y varias reuniones con una representación diplomática ucraniana, Vance se trasladó junto a su familia al condado de Oxfordshire.
Ahí, en la región de los Cotswolds, el vicepresidente escogió una llamativa mansión del siglo XVIII de aproximadamente 2.42 hectáreas, que cuenta con una pista d