Así es el arrepentimiento que expresan los israelitas que escapan del actual Israel. ” ! No quiero saber nada ya de Israel, para mi ya no existe!” Así, con tono colérico me lo grita mi vecina israelita; que con anterioridad me había invitado acompañarla para que conociera más de cerca su rica cultura hebrea. Pánico por la cavernaria conducta genocida que parece sin fin. Nunca imaginó al cambiar su antigua residencia que se llegase a tal grado de verguenza, miedo y descrédito al permanecer en un nuevo estado-nación que congregaría a mucho judios, ilusos, y ahora sorprendidos de la feroz fiebre HITLERIANA de poder enloquecido que continua creciendo sin límite. Sin duda, la creación de una sede para el pueblo judío resultaba de lo más justi

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