En las últimas semanas se ha observado un incremento en las actividades de producción ilegal de carbón vegetal en varios municipios de Cundinamarca y algunas zonas rurales de Bogotá , lo que ha derivado en inquietudes entre las autoridades ambientales y de salud pública. Este fenómeno, resaltado por la Corporación Autónoma Regional (CAR) de Cundinamarca, ha impulsado la adopción de medidas operativas conjuntas con otras entidades estatales para hacer frente a la problemática, sin que hasta la fecha se hayan emitido juicios de valor o conclusiones definitivas respecto a las consecuencias en el entorno.

El marco normativo vigente para la producción de carbón establece que dicha actividad debe realizarse bajo estrictos protocolos de aprovechamiento sostenible de los recursos, con el acom

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