En Hangzhou, provincia de Zhejiang, China construye la centrifugadora de hipergravedad más potente del planeta: CHIEF. Desde 2020, busca recrear en laboratorio procesos naturales que normalmente tardarían miles de años en desarrollarse y no, no es ciencia ficción, sino ingeniería de precisión al servicio de la investigación más avanzada.
La inversión supera los dos mil millones de yuanes (unos 276 millones de dólares), y forma parte de una estrategia nacional para fortalecer la infraestructura científica pues no es un simple experimento, sino una herramienta que pondrá a prueba materiales, estructuras y modelos a escalas y velocidades nunca antes alcanzadas en instalaciones de este tipo.
Su diseño contempla dos versiones, una de gran carga, capaz de mover hasta 32 toneladas a 300–500