Entre maquinaria y concreto, avanza la renovación de un corredor vial emblemático del departamento, en un proyecto que busca prolongar su vida útil y enfrentar mejor las lluvias.
El sonido constante de la maquinaria y el ir y venir de volquetas marcan el ritmo en la vía que une a Bojacá con El Corzo, en Cundinamarca . A un kilómetro y 200 metros del casco urbano, el asfalto se ve interrumpido por obreros que, paleta en mano, vierten concreto fresco en largas zanjas. Se trata de la fundida de cunetas, una tarea clave para mejorar el drenaje y evitar que las lluvias desgasten prematuramente el pavimento .
No es la única labor que se adelanta. Según Libey García, ingeniero de la empresa interventora, el frente de obra contempla la construcción de cunetas a lo largo de un tramo de cinco