Los nacidos fuera de la UE representan un porcentaje muy alto de su población y de su mano de obra en una sociedad cada vez más necesitada de rejuvenecimiento

“Los inmigrantes matarán a Europa”. Con esta frase terrible se despachó el presidente de Estados Unidos hace unas semanas proponiendo una política racista, que ya está poniendo en práctica en su país.

Donald Trump ha desencadenado la cacería de inmigrantes, solicitantes de asilo o refugiados. El objetivo es apresar a un millón al año para luego ser deportados a países diferentes del originario de tales inmigrantes.

Esos países a los que se envía a los inmigrantes detenidos no son precisamente democráticos, ni cuidadores de los derechos humanos. Se vulnera así el principio esencial de non refoulement , básico en el Derecho

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