Carla Maino es una mujer joven con chicos chiquitos. Su papá murió del modo más absurdo, como al menos otras 75 personas que también recibieron fentanilo contaminado . Los casos de pacientes damnificados por las presuntas malas prácticas de fabricación de los laboratorios HLB y Ramallo, elaboradores del potente opiáceo, crecen cada semana. Sin embargo, hay tres razones por las que ni Carla es una mujer más, ni su papá, otra víctima como las conocidas hasta ahora.
1) La muerte del padre de Carla fue en un hospital Italiano, pero no en el de La Plata, donde se destapó este dramático escándalo farmacéutico y desde cuya Dirección salió la primera advertencia a la Anmat. Esta historia, distinta de esas primeras, transcurre en Rosario, Santa Fe.
De los 23 centros de salud santafesinos qu