El Salvador es un país pequeño, pero su experiencia encierra una advertencia global: no hay seguridad que justifique la anulación del Estado de derecho

La democracia salvadoreña ha muerto. La Asamblea Legislativa que es leal a Nayib Bukele expidió el Acta de Defunción este jueves, por 57 votos a favor y tres en contra, al aprobar un cambio constitucional que permite la reelección indefinida del presidente, extendiendo su mandato a seis años. Se elimina la segunda vuelta y las elecciones municipales y legislativas serán concurrentes a la elección presidencial.

Bukele ya había logrado ilegalmente su reelección en 2024, a través de una Suprema Corte y Tribunal Electoral controlados por él. Su abrumadora mayoría en las urnas no es un reflejo de una democracia vigente, sino del colapso de

See Full Page