Es una maravilla natural, tiene una magia que embruja y deja pasmado al visitante, éste no puede ser indiferente ante su belleza, sus paisajes y su historia.

Me refiero al Bósforo, un estrecho de aproximadamente 30 kilómetros de largo que une el mar Negro con el mar de Mármara, y éste a su vez se conecta con el Egeo para continuar y unirse al Mediterráneo. Pasearlo y navegar sobre él es un recorrido obligado para quien visita Estambul. Hay numerosos cruceros que hacen la travesía sobre su superficie, de corrientes fuertes, pero de suave oleaje.

El visitante puede admirar durante el trayecto el mar de Mármara, el palacio de Topkapi, el palacio de Dolmabahce, el castillo de Rumelia, numerosos y enigmáticos palacetes y los enormes puentes que lo atraviesan.

Estambul sobre sus aguas parece

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