Hace un par de años, nadie hablaba de ello. Ni siquiera aparecía en la mayoría de tiendas. Hoy, sin embargo, es difícil abrir TikTok o Instagram sin toparte con algún vídeo en el que alguien prueba por primera vez unas chuches liofilizadas . Lo muerde, suena un crujido inesperado y, acto seguido, aparece la cara de sorpresa. Lo que era un dulce blando de siempre se ha transformado en algo completamente distinto gracias a un proceso de liofilización que hasta hace poco solo se utilizaba en otros productos de alimentación. El resultado es tan curioso que engancha.

View this post on Instagram

A post shared by @peldanyos

Lo interesante no es solo el cambio de textura o de sabor , sino el efecto que provoca: da ganas de contarlo, de grabarlo, de compartirlo. Y así es como

See Full Page