El peronismo nacional se enfrenta a una semana decisiva para las elecciones de medio término. Este domingo se cerrarán las listas de candidatos, y la fuerza política deberá presentar los nombres que competirán en las urnas. La situación se prevé complicada en gran parte del país, aunque hay expectativas positivas en la provincia de Buenos Aires, aunque con cautela.
La atención se centra en los primeros lugares de las listas, que son cruciales para la campaña electoral. En Buenos Aires, los nombres de los candidatos son inciertos. Recientemente, algunos intendentes del Partido Justicialista (PJ) han impulsado en redes sociales la idea de que Máximo Kirchner encabece la lista de candidatos nacionales. Desde el massismo no se han pronunciado, mientras que en el kicillofismo aseguran que no se opondrán si él decide liderar la lista.
En el entorno kirchnerista, ven a Kirchner como el candidato ideal para polarizar la discusión nacional. Sin la presencia de Cristina Kirchner, su hijo mantiene el apellido en juego en un contexto marcado por la división entre libertarios y peronistas. Los que se sitúan en el medio, advierten que podrían enfrentar dificultades. Kirchner ha indicado a sus colaboradores que actuará según lo que decida CFK, reafirmando su liderazgo.
La interna del peronismo ha estado marcada por tensiones en los últimos meses, aunque estas han quedado en segundo plano debido a la campaña electoral. Cada sector presenta su propio discurso, pero las caras son las mismas de siempre. La principal preocupación es la figura de Javier Milei, que se ha convertido en un punto de coincidencia entre los peronistas. Un dirigente del kicillofismo afirmó: "Es lo más sincero que se puede hacer. Porque adentro está todo peor que antes".
El cierre de alianzas ha dejado heridas que no se cerrarán fácilmente. La desconfianza se ha instalado en un vínculo político frágil. La unidad forzada podría tener un costo en las urnas, aunque no hay claridad sobre el impacto. Actualmente, el contraste de realidades y modelos es lo único que parece unificar al peronismo. No existe un proyecto político claro que pueda atraer al electorado.
Desde el cristinismo, se espera que la semana que comienza sea la última de tensiones, y que a partir del lunes se empiece a vislumbrar un orden en el discurso de campaña. Con el cierre de listas, ya no hay más puestos por negociar. Un referente del cristinismo comentó: "Será todo desprolijo, con tensiones que no se van a borrar, pero se va a tener que ordenar".
La falta de unidad se refleja en la coordinación de la campaña, donde los líderes no logran reunirse en un acto que muestre un bloque sólido. Uno de los nombres que suena es el de Sergio Massa, aunque su entorno se muestra cauteloso respecto a su posible candidatura. Algunos creen que debería participar, mientras que otros piensan que no es el momento adecuado.
Si Massa lidera la lista, Juan Grabois ha advertido que presentará una lista paralela, lo que podría generar una ruptura en el peronismo. Grabois ha manifestado su deseo de ser candidato, lo que ha generado recelo entre algunos dirigentes que lo ven como un elemento conflictivo. El dirigente social aboga por la inclusión de caras nuevas en las listas, argumentando que es necesario un cambio en la política electoral.
Los días que quedan hasta el cierre de listas son cruciales para evitar una mayor fractura en el peronismo. Grabois mantiene la amenaza de presentar una lista propia, lo que podría perjudicar a Fuerza Patria al restar votos. Algunos ven en la posible candidatura de Máximo Kirchner una forma de contener a Grabois y evitar una nueva crisis interna.
Kicillof ha declarado que no vetará a nadie y no pretende impulsar un nombre específico para encabezar la lista. Su objetivo es que el candidato sea un punto de encuentro entre las diferentes corrientes del peronismo. Se ha mencionado el nombre de Jorge Taiana como un posible candidato consensuado. También se considera a Federico Achával, intendente de Pilar, como una opción renovadora.
El ex ministro de Infraestructura, Gabriel Katopodis, ha sido respaldado por Kicillof para representar la gestión de obras públicas en contraste con Milei. Otros nombres que suenan incluyen a Mariel Fernández y Ariel Sujarchuk, quienes tienen vínculos con el kirchnerismo y el PJ. Guillermo Moreno, ex secretario de Comercio, también ha regresado al peronismo y se ha sumado a la campaña, buscando revitalizar la imagen del partido.