El juzgado federal de La Plata, bajo la dirección de Ernesto Kreplak, ha ordenado el allanamiento de la Clínica Vélez Sarsfield en Córdoba. La medida busca obtener las historias clínicas de los pacientes internados desde el 1 de abril hasta el 8 de agosto. Esta acción se produce tras la falta de respuesta de la clínica a los requerimientos judiciales sobre la documentación de los pacientes, incluyendo a cuatro casos, uno de ellos fatal, relacionados con el uso de fentanilo de HLB Pharma Group SA.

El caso más crítico es el de Giovanni, un recién nacido que, tras una cesárea el 26 de abril, ahora lucha por su vida tras recibir una dosis de fentanilo contaminado. Este fármaco estaba adulterado con bacterias como Klebsiella pneumoniae y Ralstonia pickettii, detectadas en los envases y en muestras de sangre. Las autoridades judiciales están preocupadas por la falta de información sobre las dosis contaminadas que se habrían administrado a los pacientes.

Claudio Pereyra Sueldo, director médico de la clínica, informó que se adquirieron 1.100 ampollas, un número inferior a las 1.702 que constan en los registros judiciales. Según estos registros, la clínica habría administrado 1.696 dosis, quedando solo seis en stock, ya que la ANMAT prohibió su uso a partir del 11 de mayo de 2025. El juzgado busca determinar a qué pacientes se les aplicó el fentanilo contaminado y su estado de salud, una información que la clínica no ha podido proporcionar.

Los investigadores consideran varias posibilidades: que se hayan administrado más dosis contaminadas, lo que aumentaría la lista de fallecidos, o que el medicamento no se utilizara y se desviara al mercado negro. El Hospital Italiano de La Plata, que compró 10.000 ampollas del mismo lote, reportó 18 enfermos y 15 muertes, lo que sugiere que el número de víctimas podría ser mayor en la Clínica Vélez Sarsfield.

Pereyra Sueldo explicó que, tras recibir una notificación de ANMAT sobre alteraciones en la calidad del fentanilo, la clínica puso en cuarentena no solo este medicamento, sino todos los suministros del laboratorio. Se realizó una investigación entre los 4.000 pacientes internados, encontrando la bacteria en cuatro casos. De estos, dos eran pediátricos y dos adultos, uno de los cuales falleció debido a un síndrome neoplásico avanzado.

El gobierno de Córdoba, liderado por Martín Llaryora, no adquirió fentanilo de HLB Pharma, pero 18 clínicas y sanatorios privados sí lo hicieron. La autoridad sanitaria provincial ha solicitado al juzgado información sobre qué hospitales tienen fentanilo contaminado, ya que el Ministerio de Salud de Córdoba no tiene acceso a esta información.

Kreplak ha indicado que las ampollas contaminadas están preservadas en unos 200 hospitales y clínicas, aunque existe la posibilidad de que se haya falseado información y se hayan desviado al mercado negro. La investigación se centra en contrastar los registros de compra con los reportes de aplicación para esclarecer la situación.

Hasta ahora, se han reportado 76 muertes relacionadas con el fentanilo, pero se sospecha que el número real podría ser mayor. La provincia de Santa Fe ha registrado la mayor cantidad de aplicaciones y muertes, seguida de Córdoba y Buenos Aires. La falta de trazabilidad del fentanilo en Argentina complica aún más la investigación.