Desde su consultorio en Quilmes hasta remotos rincones de África y las zonas más aisladas del país, el doctor Gerardo Valvecchia lleva adelante una cruzada silenciosa contra la ceguera por cataratas, una condición que afecta a millones de personas en el mundo, pero que es totalmente reversible.

Su historia profesional cambió radicalmente hace más de tres décadas, cuando decidió que su labor como médico no podía limitarse a clínicas modernas y hospitales equipados. Comenzó a llevar su conocimiento y sus manos quirúrgicas allí donde la salud pública no llega: escuelas reconvertidas en quirófanos, puestos de campaña en la selva, salones comunitarios en plena montaña.

En 2017, un encuentro decisivo en un congreso en España con la oftalmóloga Elena Barraquer lo llevó a Mozambique. A los poc

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