Más de 16.000 kioscos del Área Metropolitana de Buenos Aires bajaron sus persianas, marcando uno de los peores períodos para el sector desde la crisis previa al 2001 . La caída, que se dio sin protestas masivas ni clausuras televisadas, afectó a muchas familias y dejó un vacío en la trama comercial y social de los barrios.
Según la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA) , el cierre de locales responde a una combinación de factores: una marcada baja en las ventas , pérdida de exclusividad en productos que hoy se ofrecen en otros comercios, y cambios de hábito en los consumidores que optan por mayoristas o segundas marcas.
Esta búsqueda de productos más baratos también se combina con la caída con la crisis en el bolsillo de los consumidores , la cual term