Durante años, el caza F-35B, de despegue y aterrizaje vertical, fue la única opción para sustituir a los Harrier AV-8B+ del ala fija embarcada de la Armada. Sin embargo, esta opción nunca se materializó, y su mención era delicada en el ámbito gubernamental. Al fin y al cabo, la situación tensa ha causado que la .
Países aliados como Estados Unidos, Reino Unido, Italia o Japón han incorporado este avión de quinta generación a sus flotas para operar desde portaaviones específicos. Pese a indicios de adquisición, España mantuvo cautela, con mensajes de posible cancelación. .
El jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), almirante Teodoro López Calderón, reconoció en julio la falta de alternativas inmediatas al F-35B para la aviación embarcada a corto plazo, si bien las hay a largo. Subray